martes, 25 de diciembre de 2012

La Falsa Profecía

Nos prometían un trabajo estable.
Nos prometían bienestar.
Nos prometían independencia.
Todo a cambio de estudiar y hacernos profesionales. Ir a la universidad nos aseguraría el futuro.
Pero nadie nos advirtió que no era tan sencillo. Que al terminar la universidad, con nuestro título bajo el brazo, todas nuestras capacidades y conocimientos adquiridos no valdrían; porque habrían muchos más como nosotros, esperando insertarse a un mundo laboral excluyente; porque no tenemos experiencia profesional.
No se nos advirtió sobre este mundo que espera que salgas de la universidad joven y con algunos años ejerciendo lo que estudiaste; que no se conforma con que tengas un título profesional, sino que además debes tener un postgrado, postítulo, magíster o doctorado. Claro que este postgrado debes realizarlo mientras trabajas, porque vas perdiendo años de experiencia profesional si no lo haces.

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